Iván Ferreiro
Mentiroso Mentiroso
3º Disco: 2008
Componentes: Iván (voz), Amaro Ferreiro (guitarra), Pablo Novoa (bajo), Toni Toledo (batería), Ángel L. Samos (teclado), Emilio Saiz (guitarra).
Con 16 temas nuevos, ninguno de ellos en vano, ninguno de relleno, ninguno de más, Iván consigue hacer recordar que los nuevos sonidos son compatibles con su estilo y sorprende una vez más a su fieles ‘repelentes’. No hace falta repetir lo que ya se sabe, pero por si hay alguien despistado, diremos que la carrera de Iván Ferreiro en solitario ya estaba consolidada antes de la llegada de este nuevo disco. Pero con él afianza la fidelidad de sus seguidores, además de captar la atención de otros muchos, no sólo por sus estrategias de marketing, sino también por la buena música que suena y resuena tras escuchar el disco. Y es que en ‘Mentiroso Mentiroso’ Iván crece como músico y abre la puerta a nuevos sonidos que combinan bastante bien con su voz, su banda y el estilo tan propio que viene defendiendo en los escenarios. Esto es un gran paso para un músico con una carrera tan amplia como la suya, no muchos consiguen avanzar, después de tanto tiempo, mezclando estilos y sonidos tan diferentes. Y él lo ha conseguido. Por eso este no es un disco fácil, hay que digerirlo con tranquilidad, con cada una de sus escuchas se descubren nuevas facetas del mago de Los Piratas y se intuyen nuevas influencias.
Son 16 canciones en las que Iván rinde homenaje a grandes artistas de nuestro país como el madrileño con el que a más de uno le gustaría ‘ajustar cuentas’. Para este último, Rocco Sigfredi debe ser algo más que una canción de un buen amigo, porque aunque en ella Iván lo “cuenta todo sin decir cómo pasó, es imposible no entenderlo”. Una canción pausada, lenta, contenida en la que Iván parece querer romper la línea que le separa de nuestros oídos, para adentrarse en ellos y encoger el alma, al ritmo de lo mejor de un maestro. Sin duda es mucho más que una simple canción de su tercer álbum. En este disco Iván marca también la diferencia recordando a un ‘freak’ con el que ha colaborado en numerosas ocasiones. Y así arma su voz ‘en escena’ en cortes como “La canción del no” o la que cierra el disco, “Magia”. En ambas, la interpretación teatral tiene un papel crucial y es imposible no imaginarse a Iván delante de un auditorio desgranando lo mejor de su faceta como actor, otro aliciente para asistir a todos sus conciertos. Su puesta en escena sería un acto sublime con la incorporación a su show de Bunbury, el maestro en estas lindes. Pero aún en solitario no hay una sola razón para no asistir a sus conciertos, sólo una nota de “Canción húmeda” puede rendir a un estadio entero mientras Iván se deja todo en el estribillo. Y si hacemos un recorrido por todas las pistas de este trabajo encontramos también ritmos de vals en “Magia” y “De mí un pandero”, algo que hasta ahora nunca había experimentado. El resultado de ambas es el mismo: dos obras maestras en las que el vello se eriza con cada sonido y la letra nos hace pensar una y otra vez. En la primera escucha se descubre también una canción cuya letra en principio parece fácil, pero que no lo es en absoluto: “Secretos deseos”, una canción paralela en la que el diálogo está presente y se recurre a un juego de palabras encriptadas que revelan detalles cada vez. “Jet Lag” parece provenir del sentimiento adolescente visceral y a la vez de la más madura estructura musical posible, algo que ya consiguió con Los Piratas y con lo que ahora cuenta en solitario.
La irrepetible voz de este gallego nos transporta a ese espacio ‘sideral’ de los 90 que él mismo inventó y con el que se hizo un hueco en la historia de la música de nuestro país. Un espacio en el que la melodía pop y la voz contenida de Iván no recuerdan a nada igual, la diferencia la marca él con su interpretación y su color de voz tan peculiar. Tras el lanzamiento del disco, el próximo 25 de marzo, tendrá que defenderlo en directo, donde una vez más se dejará la piel. 16 canciones cantadas desde el estómago, que saben a pop, melodías que te transportan a los setenta donde la guitarra y la batería lo eran todo, y voces que te marcan, que se quedan dentro de tu piel y de tu mente para escapar con cada verso. Sin duda es un disco en el que Iván ha estado trabajando de forma eficiente durante mucho tiempo y del que puede presumir dentro y fuera de nuestras fronteras, porque para defender su trabajo en directo solamente necesita su inconfundible voz y un público ansioso de verle disfrutar, y ambas cosas le acompañan. Sin duda es un disco imprescindible para todos los que añoran los ochenta, para todos los que viven recordando aquella que época en la que música y cultura eran una. Una forma de evasión y unión que marcaba tendencias y arropaba a la gente. Si no fuera por discos como estos, la cultura musical actual de nuestro país estaría más que vacía, no tendría apenas sentido.
3º Disco: 2008
Componentes: Iván (voz), Amaro Ferreiro (guitarra), Pablo Novoa (bajo), Toni Toledo (batería), Ángel L. Samos (teclado), Emilio Saiz (guitarra).
Con 16 temas nuevos, ninguno de ellos en vano, ninguno de relleno, ninguno de más, Iván consigue hacer recordar que los nuevos sonidos son compatibles con su estilo y sorprende una vez más a su fieles ‘repelentes’. No hace falta repetir lo que ya se sabe, pero por si hay alguien despistado, diremos que la carrera de Iván Ferreiro en solitario ya estaba consolidada antes de la llegada de este nuevo disco. Pero con él afianza la fidelidad de sus seguidores, además de captar la atención de otros muchos, no sólo por sus estrategias de marketing, sino también por la buena música que suena y resuena tras escuchar el disco. Y es que en ‘Mentiroso Mentiroso’ Iván crece como músico y abre la puerta a nuevos sonidos que combinan bastante bien con su voz, su banda y el estilo tan propio que viene defendiendo en los escenarios. Esto es un gran paso para un músico con una carrera tan amplia como la suya, no muchos consiguen avanzar, después de tanto tiempo, mezclando estilos y sonidos tan diferentes. Y él lo ha conseguido. Por eso este no es un disco fácil, hay que digerirlo con tranquilidad, con cada una de sus escuchas se descubren nuevas facetas del mago de Los Piratas y se intuyen nuevas influencias.
Son 16 canciones en las que Iván rinde homenaje a grandes artistas de nuestro país como el madrileño con el que a más de uno le gustaría ‘ajustar cuentas’. Para este último, Rocco Sigfredi debe ser algo más que una canción de un buen amigo, porque aunque en ella Iván lo “cuenta todo sin decir cómo pasó, es imposible no entenderlo”. Una canción pausada, lenta, contenida en la que Iván parece querer romper la línea que le separa de nuestros oídos, para adentrarse en ellos y encoger el alma, al ritmo de lo mejor de un maestro. Sin duda es mucho más que una simple canción de su tercer álbum. En este disco Iván marca también la diferencia recordando a un ‘freak’ con el que ha colaborado en numerosas ocasiones. Y así arma su voz ‘en escena’ en cortes como “La canción del no” o la que cierra el disco, “Magia”. En ambas, la interpretación teatral tiene un papel crucial y es imposible no imaginarse a Iván delante de un auditorio desgranando lo mejor de su faceta como actor, otro aliciente para asistir a todos sus conciertos. Su puesta en escena sería un acto sublime con la incorporación a su show de Bunbury, el maestro en estas lindes. Pero aún en solitario no hay una sola razón para no asistir a sus conciertos, sólo una nota de “Canción húmeda” puede rendir a un estadio entero mientras Iván se deja todo en el estribillo. Y si hacemos un recorrido por todas las pistas de este trabajo encontramos también ritmos de vals en “Magia” y “De mí un pandero”, algo que hasta ahora nunca había experimentado. El resultado de ambas es el mismo: dos obras maestras en las que el vello se eriza con cada sonido y la letra nos hace pensar una y otra vez. En la primera escucha se descubre también una canción cuya letra en principio parece fácil, pero que no lo es en absoluto: “Secretos deseos”, una canción paralela en la que el diálogo está presente y se recurre a un juego de palabras encriptadas que revelan detalles cada vez. “Jet Lag” parece provenir del sentimiento adolescente visceral y a la vez de la más madura estructura musical posible, algo que ya consiguió con Los Piratas y con lo que ahora cuenta en solitario.
La irrepetible voz de este gallego nos transporta a ese espacio ‘sideral’ de los 90 que él mismo inventó y con el que se hizo un hueco en la historia de la música de nuestro país. Un espacio en el que la melodía pop y la voz contenida de Iván no recuerdan a nada igual, la diferencia la marca él con su interpretación y su color de voz tan peculiar. Tras el lanzamiento del disco, el próximo 25 de marzo, tendrá que defenderlo en directo, donde una vez más se dejará la piel. 16 canciones cantadas desde el estómago, que saben a pop, melodías que te transportan a los setenta donde la guitarra y la batería lo eran todo, y voces que te marcan, que se quedan dentro de tu piel y de tu mente para escapar con cada verso. Sin duda es un disco en el que Iván ha estado trabajando de forma eficiente durante mucho tiempo y del que puede presumir dentro y fuera de nuestras fronteras, porque para defender su trabajo en directo solamente necesita su inconfundible voz y un público ansioso de verle disfrutar, y ambas cosas le acompañan. Sin duda es un disco imprescindible para todos los que añoran los ochenta, para todos los que viven recordando aquella que época en la que música y cultura eran una. Una forma de evasión y unión que marcaba tendencias y arropaba a la gente. Si no fuera por discos como estos, la cultura musical actual de nuestro país estaría más que vacía, no tendría apenas sentido.